El Dorado.
Con ese nombre, es fácil caer en el embrujo que produce el imaginarse una ciudad de oro. El origen de esta ciudad viene de, cómo no, una leyenda. Vamos a descubrir cómo era esta ciudad y si realmente existió. ¿Os animáis a adentraros en El Dorado?
Origen de EL Dorado. La leyenda.
La historia se remonta a los años de Vasco Núñez de Balboa y sus expediciones al interior de Panamá. Cuentan que andaban caminando cuándo se toparon con una tribu del indio Comagre. De aquel encontronazo obtuvieron esclavos y algo de oro. Cuándo deciden realizar el reparto entre los soldados de este metal preciosos, se genera una pequeña riña por el inconformismo ante la repartición. En ese preciso momento, el hijo mayor de la tribu, Panquiaco, golpea la balanza y dice lo siguiente:
"Si yo supiera, cristianos, que sobre mi oro habíades de reñir, no vos lo diera, ca soy amigo de toda paz y concordia. Maravíllome de vuestra ceguera y locura, que deshacéis las joyas bien labradas por hacer de ellas palillos, y que siendo tan amigos riñáis por cosa vil y poca. Más os valiera estar en vuestra tierra, que tan lejos de aquí está, si hay tan sabia y pulida gente como afirmáis, que no venir a reñir en la ajena, donde vivimos contentos los groseros y bárbaros hombres que llamáis. Mas empero, si tanta gana de oro tenéis, que desasoguéis y aun matéis los que lo tienen, yo os mostraré una tierra donde os hartéis de ello" Francisco López de Gómara, Historia General de las Indias. Capítulo LX.
Los españoles se quedaron con la boca abierta al escuchar esto, por lo que se pusieron manos a la obra a investigar dónde estaba esa tierra. Gracias a este relato. Vasco Núñez descubre el Océano Pacífico el cual nombró como "Mar del Sur". Sin embargo, no encontraron ni rastro de la ciudad dorada.
Otro de las leyendas que explican la existencia de El Dorado es la basada en los Indios Chibchas. Gonzalo Jiménez Quesada y Sebastían de Belalcázar, fundadores de la ciudad de Bogotá les llegó el rumor de que los indios Chibchas tenían una particular ceremonia cuándo se consagraba un nuevo príncipe.
La leyenda consistía en que al nuevo príncipe se le revestía todo el cuerpo con resinas y después le echaban polvo de oro. Después, lo subían a una embarcación por medio de los juncos con un montón de objetos de oro a modo de ofrenda. Los indios tocaban sus trompetas mientras la barca se alejaba en la laguna. Cuando la barca llegaba al centro del lago, los caciques echaban todas las ofrendas al lago y el rey se bañaba en sus aguas liberándose del oro que le cubría. Estas ofrendas servían para apaciguar a un supuesto dragón que vivía en el fondo del lago. Se cree que el lago al que se refiere la historia es la laguna Guatavita (cerca de Bogotá).
Tras enterase de esta historia, nuestros dos protagonistas organizaron una expedición para encontrar esta laguna para la cual necesitaron a sus mejores hombres para recorrer unos 800km hasta Cundimarca. Sin embargo, volvieron a casa con las manos vacías.
